Domingo 14 de marzo de 1999

 








 

 


EDITORIAL
Reinicio de las Carreras de la Muerte

Dos años han transcurrido desde cuando una carrera de automóviles en la pista de Albrook Field cegó la vida de una joven espectadora y lesionó de gravedad a otros, provocando la repulsa pública de tales eventos mortales.

Estos acontecimientos trágicos fueron objeto de averiguacion penal y al momento en que escribimos esta nota editorial ninguna persona ha sido condenada ; y , por lo contrario, la decisión de primer grado absolvió al piloto del automóvil que derrapó en la pista repartiendo la muerte en el público.

La investigación sumarial demostró la ausencia culposa de medidas idóneas para la seguridad de los asistentes a estos eventos, cuya organización y desarrollo promueve la Asociación Panameña de Automóvilismo ; y asímismo puso de manifiesto la tolerancia censurable de las autoridades gubernativas, que con indiferencia aceptan que espectáculos de esta naturaleza se realicen sin las prevenciones adecuadas poniendo en peligro vidas e integridades personales.

Ahora, los actores del trágico homicidio culposo de Albrook, y la misma entidad auspiciadora trasladan las competencias automovilísticas a la pista de Río Hato, donde hoy las reiniciarán repitiendo las formas inseguras, de riesgo, con lo cual pudiera repetirse muertes y heridos en esa localidad coclesana.

Las secuelas de la muerte y las lesiones de Albrook ponen de manifiesto el obsoleto procedimiento legal panameño, y hacen aflorar la injusticia que sustenta el juicio panameño que impide actuaciones de los desfavorecidos de la fortuna y facilita escabullir a los poderosos de la riqueza y las relaciones.

En la actualidad los lesionados de aquella trágica carrera de bólidos no reciben ayuda, asitencia o compensación algunas ; al igual que los familiares de la joven fallecida, mientras los involucrados continúaran mostrando el despliegue de sus vehículos de miles de dólares, ufanos y triunfantes, sin que la mano de la ley los recluya en prisión.

Un principio de justicia proclama que quien causa el peligro y origina el riesgo, responde de sus consecuencias ; realidad equitativa que escapa en el caso de Albrook, donde con el sibilino criterio de no poder imputar a delitos a una persona jurídica, deja a los mentores y representantes societarios libres de responsabilidades, y en desamparo a las víctimas de la inseguridad causada por la imprevisión de la entidad organizadora de las carreras.

El reinicio de las velocer competiciones en Río Hato obliga a la reflexión serena sobre el derrotero de la actuación judicial en Panamá, donde se hace cierto y veraz el adagio que proclama "la justicia es para los de ruana, y no alcanza al de saco y corbata".

Ojalá las autoridades de Gobierno intervengan con firmeza y claridad exigiendo las prevenciones y controles idóneos que protejan la vida de los espectadores a estos eventos de velocidad y muerte.

 
 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
"Marucha" y "Taboguilla", dromedarios que eran la atracción del zoológico


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin Embargo, no practico la higiene fuera de la casa


OPINIONES



 

 

PORTADA | NACIONALES | RELATOS | PROVINCIAS | DEPORTES | LATINOAMERICA | COMUNIDAD | REPORTAJES | VARIEDADES | CRONICA ROJA | EDICION DE HOY | EDICIONES ANTERIORES


 

 Copyright 1995-1999, Derechos Reservados EPASA, Editora Panamá América, S.A.