Desde la aurora de nuestro tesoro genético, el planeta tierra ha recibido con vibrantes vítores a su inquilino transitorio, abriéndoles sus entrañas, convirtiéndolo en dueño general con carácter permanente del ecosistema. Puesto a su entera disposición, dotado de variados recursos impresionantes e impactantes, organizó con facultad receptiva toda una gama de actividades propuestas a obtener lucro, rompiendo las animosas amenazas proferidas por las incesantes crisis de tendencias contingentes.
Su ego personal procedió como la incontenible maquinaria en fortalecimiento constante, aprovechando cada segundo transcurrido, sin dejar caer su voz en el vacío, imponiendo el pleno conocimiento del monólogo interno, poniendo en práctica la intensa búsqueda de las creativas ideas por la consistencia de sus raíces, perseverando, relegando el cansancio a segunda orden en persecución valiente del resultado que se proponía obtener, hurtarle con calificable proeza los secretos al silencio que se había asilado en el fondo de las oscuras centurias, dando paso a las roturas de los tabúes heredados como sombríos testimonios de los milenios anteriores.
Interrogaciones precursoras turbaban la paciencia, intensas motivaciones arrobaban la pasión, traídas por extraños vientos innovadores, incentivándolo a contraer su compromiso secular, la agricultura y el nacimiento complementario de las ciudades. Quedaba por resolver la comunicación, intercambiar conceptos hablados con sus congéneres, mensaje brillante que turbó su inteligencia con insistencia, era la herramienta de la civilización que lo impulsaba instigándolo, advirtiendo el derecho de indagar las colecciones que divulgaban los hechos impactantes del quehacer humano en lo futuro.
Primero fueron las imágenes representativas en dibujo, en exigencia paulatina de su simplificación, en conversión de símbolos que significan palabras, evento magistral que ostenta el ágil proceder de la especie pensante. Las pinturas rupestres, escritura jeroglifico simbólica, cuneiforme, papiro y pluma y el alfabeto, aporte final de la prehistoria al caudal ling�ístico universal.
