El equipo de investigadores que analiza la naturaleza del meteorito que cayó en las playas del Decameron, se quedó sorprendido cuando la pequeña pieza que analizaba se derritió al contacto de la sierra especial con dientes de diamante.
"En el proceso de corte la muestra se derritió rápidamente, lo que dificultó el proceso de estudio, porque no podemos colocarlo al portaobjeto para observarlo en el microscopio", anotó Juan de Dios Villa, jefe del Departamento de Geología del MICI.
"Así como se derrite, también se vuelve a cristalizar, otra vez, con la misma rapidez", dijo mostrando una pequeña masa cristalina pegada en un pedazo de vidrio.
El jefe del equipo de investigadores que estudia este cuerpo celeste no descartó la cooperación de instituciones científicas del extranjero para poder descifrar el componente mineral y químico de esta roca extraterrestre.
El cuerpo rocoso mide 20 centímetros, tiene un peso de 9.23 libras, es de color rojizo y todavía muestra las marcas del fuego en su estructura.
El cuerpo de procedencia espacial cayó a las 5: 00 de la madrugada del 23 de febrero, en el sector de playas de Río Hato.
En el equipo de investigadores que integran el equipo de Villa, se encuentran los geólogos Carmen Rodríguez y Adrián Jaén; también los químicos Alexander Polo, Marcia Pastor, Esteban Castillo y el profesor de la Universidad de Panamá, Alberto Caballero.
Las últimas pruebas a que fue sometido el meteorito fue la prueba de susceptibilidad magnética, por iniciativa del profesor Caballero.
