La mujer actual tiene las mismas aspiraciones que un hombre, pero también pretende ser femenina, y esa dualidad agrava aún más la confusión de roles.
QUIEREN MAS
En estos momentos las mujeres no se conforman con aceptar los mismos derechos del hombre. El rol de la mujer maravilla: esposa, profesional, empresaria, administradora, ama de llaves y cocinera se ha desdibujado gracias al desgaste sufrido durante muchos años, sin ningún reconocimiento ni retribución.
Las mujeres de hoy no quieren ser como sus madres, que hacían del hogar un apostolado permitiendo que sus maridos tomaran las decisiones y aceptando un papel secundario, postergando indefinidamente sus ambiciones.
"Hoy en día, las mujeres posponen el matrimonio para más adelante, hasta casi perder la posibilidad natural de ser madres, aunque tengan después que someterse a tratamientos difíciles para quedar embarazadas", dice Rosmery Castroverde, terapeuta familiar.
Las mujeres quieren hacer carreras en sus empleos a la par del hombre: disfrutan de libertad sexual gracias a los métodos modernos de control de la natalidad, son independiente económicamente, tienen poder de decisión, etc.; y cada día hay más que prefieren no casarse ni tener una familia, dedicándose enteramente a sus profesiones.
PAPELES INVERTIDOS
Con todo, la modernidad no ha podido desplazar la añoranza de la mayoría de las mujeres de tener su propio hogar. En el inconsciente de cada una existe esa aspiración que no concuerda con los comportamientos que demuestra ni con el estilo de vida que quiere mantener.
Debajo de esa fachada de autosuficiencia se oculta una persona temerosa, que quiere tener todo bajo control para sacar el mejor provecho de la vida, ser valorada, obtener reconocimiento, demostrar sus aptitudes, su inteligencia y su capacidad de perfección, pero que se equivoca al pensar que con eso ha conseguido todo.
EL QUE ESCUCHA CONSEJO..
El desarrollo profesional de una mujer dependerá del hombre con quien esté saliendo.
El conflicto entre un trabajo absorbente y la vida de casada es verdaderamente una preocupación legítima para cualquier persona que quiere desarrollar una fructífera carrera profesional.
Antes de casarte debes preguntarte si el tiempo y energía que tendrás que invertir en tu trabajo va a causar una disminución en el tiempo y energía que necesitarás para cultivar una relación con tu esposo.
Si decides tener hijos, cómo cada uno de ustedes va a manejar las responsabilidades como padres, como profesionales y con los requerimientos financieros.
"Para las mujeres casadas que están pensando en comenzar un nuevo rol profesional, "podemos decirles que el matrimonio y su desarrollo profesional pueden relacionarse muy bien, siempre y cuando su esposo apoye lo que esté haciendo.
Una buena idea es no planear tener hijos durante, por lo menos, el primer año de desarrollo laboral.
No está de más conversar con personas exitosas y analizar sus experiencias para poder organizar sus vidas.
