MENSAJE
El rayo benefico
- Hermano Pablo
- Costa Mesa, California
El panorama no podía
ser más espléndido. Eran las montañas nevadas del estado
de Colorado, Estados Unidos. El día estaba bien frío pero
lleno de sol, la senda, que casi no era senda, desafiante. Y Mary O'Leary,
una joven de 23 años de edad, decidió escalar la cumbre.
En la mitad del camino, una súbita tormenta subió del valle.
Mary buscó refugio bajo un árbol.
Cuando la lluvia pasó, Mary siguió su viaje. Pero de las
densas, pardas y peligrosas nubes salió un rayo. El relámpago
le cayó a Mary en la espalda y le salió por los pies.
La muchacha estuvo sin sentido por algún tiempo. Cuando volvió
en sí, casi sin poder moverse, comenzó a descender arrastrándose
como pudo. Le tomó seis horas bajar apenas doscientos metros, pero
salvó la vida. "El rayo--testificó Mary--me dio dos cosas:
esperanza en Dios y confianza en mí misma".
Hay en la vida sucesos extraordinarios. Son muy pocas las personas que
han sufrido el golpe directo de un relámpago y han vivido para contarlo.
Se trata de sobrevivir a casi cien mil voltios de electricidad pasando por
un cuerpo humano. Lo único que se puede decir es que todavía
suceden milagros.
Mary O'Leary había sido siempre una muchacha tímida. Para
ganar coraje se había dedicado al alpinismo. Su fe en Dios, aunque
firme, no era dinámica. Tuvo que pasar por la tremenda experiencia
de una descarga eléctrica que le dejó cinco profunda quemaduras
en la espalda, y llagadas las plantas de los pies, para reanimarse moral
y espiritualmente.
Lo cierto es que hay en Jesucristo un poder indescriptible, un poder
sobrehumano que puede librar al hombre de sus vicios, que puede aliviar
y sofrenar todas las pasiones, y poner paz y orden en todo corazón,
matrimonio, familia y sociedad.
Se encuentra usted hoy en medio de una tormenta que lo tiene casi vencido?
Está perdiendo rápidamente la fuerza? No se desespere. Mientras
exista Dios, hay esperanza, y Dios nunca dejará de existir. Sólo
invoque su presencia. El será su socorro en medio de la tempestad.


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