Gobierno chileno expone a ONU posición
sobre Pinochet
Chile
EFE
El Gobierno chileno expuso
a las Naciones Unidas sus puntos de vista respecto de la detención
del general Augusto Pinochet en Londres, e instó a la comunidad internacional
a resistir intentos como los de España de aplicar extraterritorialmente
sus leyes nacionales.
En una carta dirigida al secretario general de la ONU, Kofi Anan, firmada
por el ministro de Relaciones Exteriores, José Miguel Insulza, el
Gobierno de Santiago advierte, asimismo, sobre el peligro "de que los
Estados más poderosos sean justicieros de los más débiles".
La misiva forma parte de las medidas anunciadas por el Gobierno tras
la decisión del ministro británico del Interior, Jack Straw,
de dar luz verde al juicio de extradición de Pinochet a España,
y su contenido, que no ha sido informado oficialmente, fue difundido hoy
por el diario "El Mercurio", de Santiago.
Esas medidas gubernamentales incluían, además, la suspensión
de las visitas oficiales a España y el Reino Unido, la llamada a
Santiago del embajador en Londres, Mario Artaza, la reducción de
los vínculos militares con ambos países europeos y la suspensión
de los vuelos de aerolíneas chilenas a las islas Malvinas.
El general Pinochet fue detenido el pasado 16 de octubre en Londres
petición del juez español Baltasar Garzón, que solicitó
la extradición del ex dictador chileno y lo procesó por delitos
de genocidio, terrorismo y torturas.
El Gobierno chileno reclama que sea dejado en libertad el ex gobernante
(1973-1990) sobre la base de la territorialidad de la justicia y la inmunidad
diplomática del senador vitalicio.
La carta a Annan afirma que la tendencia a la universalización
de la justicia y los derechos humanos "no puede llevarse a cabo en
detrimento de la soberanía de los Estados y su igualdad jurídica".
"De vulnerarse estos principios con acciones unilaterales, la universalidad
de la jurisdicción se convertiría en un factor de anarquía
internacional, que permitiría a los Estados más poderosos
arrogarse la facultad de ser, selectivamente, justicieros de los más
débiles", añade.
"La comunidad internacional no puede aceptar esta situación",
sostiene la misiva, en la que el Gobierno de Chile pide al secretario general
de la ONU que difunda a los miembros del sistema multilateral los fundamentos
de la postura que ha sostenido en el caso Pinochet.
Asimismo, plantea que el intento de juzgar a Pinochet fuera de Chile
produce serias perturbaciones en el proceso de transición democrática
y de reconciliación nacional.
En ese sentido, puntualiza que la mayoría de los chilenos está
convencida de que la convivencia democrática y el desarrollo del
país están íntimamente ligados a su capacidad de cerrar
heridas del pasado y lograr por sí mismos la reconciliación
nacional, "lo que no pasa por saltarse la administración de
justicia", agrega.
Sobre este punto, la carta admite que "es indispensable investigar
los asuntos aún pendientes, especialmente los casos de personas desaparecidas
en la década de los años setenta, haciendo justicia en el
marco de nuestro ordenamiento jurídico".
La misiva también recuerda a Kofi Annan que desde la recuperación
de la democracia, en 1990, Chile ha apoyado el fortalecimiento de la protección
internacional de los derechos humanos, y que ha sido uno de los más
activos defensores de la creación del Tribunal Penal Internacional
(TPI).
"Chile tiene interés en que esta Corte pueda constituirse
y ejercer sus funciones en el más breve plazo. Por ello, le preocupa
que Estados, actuando individualmente, pretendan usurpar sus competencias,
lo que conspira contra el objeto y fin de sus estatutos", sostiene.
Tras citar párrafos de la Carta de la ONU sobre la soberanía
de los Estados y principios de Derecho Internacional referidos a la amistad
y cooperación, el Gobierno chileno insiste en que no corresponde
que los tribunales españoles quieran hacer justicia respecto de hechos
ocurridos en Chile.

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