Incertidumbre sobre condiciones de juicio
a Clinton
Washington
REUTERS
Ocho días antes del
posible comienzo del juicio político del Senado al presidente Bill
Clinton, el miércoles continuaba la incertidumbre sobre la forma
de los procedimientos y si los testigos serían llamados a declarar.
El nuevo Senado se reúne el 6 de enero y probablemente sus 100
miembros presten juramento al día siguiente como jurados del juicio
por los cargos de perjurio y obstrucción de la justicia.
Algunos han sugerido que la presentación de pruebas podría
comenzar ya el 11 de enero, otros aseguran que habrá una demora de
varias semanas mientras la Casa Blanca prepara la defensa de Clinton, quien
será el primer presidente separado del cargo si resulta convicto
por una mayoría de dos tercios del Senado.
Los 13 miembros republicanos de la Cámara de Representantes que
presentarán el caso contra Clinton se reunieron el martes y decidieron
que querían llamar a los testigos, incluyendo a la ex pasante de
la Casa Blanca, Mónica Lewinsky.
El mismo día, el líder de la mayoría del Senado,
Trent Lott, dijo empero que trabajaba en un plan con el líder demócrata
del Senado, Tom Daschle, según el cual el juicio duraría sólo
dos semanas y no se llamarían testigos.
Otros senadores opinaron que sería difícil, si no imposible,
juzgar el caso sin escuchar directamente a Lewinsky y otros participantes
clave, incluyendo a la secretaria de Clinton, Betty Currie y su amigo Vernon
Jordan.
Algunos republicanos parecieron molestarse por los planes de la cámara
de llevar testigos, señalando que el Senado mismo decidiría
si debe escucharlos.
"El Senado tuvo ya la oportunidad de escuchar una enorme cantidad
de pruebas", dijo el legislador republicano Thad Cochran.
Clinton está acusado de mentir a un jurado investigador sobre
su relación sexual con Lewinsky y obstruir a la justicia al tratar
de ocultar la relación.
Si resulta convicto por 67 senadores, será retirado del cargo.
Los republicanos cuentan con sólo 55 votos, por lo que las posibilidades
de que ello ocurra se consideran estrechas y la mayoría de los analistas
cree que el presidente escapará con una censura, y posiblemente con
una fuerte multa.
Varios políticos han insinuado tratar de resolver el asunto negociando
un acuerdo para que Clinton admita haber mentido bajo juramento y acepte
una censura a cambio de inmunidad ante un enjuiciamiento posterior.
Hasta el momento Clinton se ha negado a admitir que mintió bajo
juramento.

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