El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas ya ha comenzado a enviar ayuda alimentaria a la zona devastada por el enorme maremoto que el pasado 26 de diciembre destruyó al sudeste de Asia.
Sin embargo, es tal la magnitud de la tragedia que el pequeño apoyo económico que se brinde puede ser importante para mitigar el cataclismo, informó el organismo adjunto a la ONU.
Elio Rujano, del Programa Mundial de Alimentos, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, destacó que una de las necesidades más urgentes es la llegada de los alimentos, junto con la distribución de agua potable para los sobrevivientes. Esta operación, aunque en una región distante de la nuestra, será un esfuerzo a largo plazo.
Desde Roma, el PMA informó el inicio de la operación de socorro y piden a la región de América Latina y el Caribe generar solidaridad con los que más sufren en otra región.
Unas 168 toneladas de alimentos fueron despachadas a la zona de desastre en Sri Lanka y son parte de las 4,000 toneladas de arroz, harina de trigo, lentejas y azúcar almacenadas que servirán para distribuir raciones de alimentos a 500,000 personas por dos semanas.
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