Domingo 27 de dic. de 1998

 








 

 


EDITORIAL
Año trágico y violento

Escasas jornadas nos separan de la terminación del año 1998, y el balance de los acontecimientos ocurridos en él, permite afirmar que concluye un ciclo trágico, donde la conjunción de eventos dolorosos, abusivos, de ofensas, ganaron titularidad y dieron negativo sentido al descalabro que domina la vida panameña en la actualidad.

El calendario que concluye supera con exceso los dígitos históricos de las muertes violentistas ocurridos en el país; en especial, los fallecimientos causados por accidentes viales, cuando las estadísticas ofertan más de quinientas veinte defunciones, resultantes de la generalizada irresponsabilidad y la tolerancia permisiva, en el manejo vehicular en calles y carreteras.

La delincuencia homicida, como señalara comunicación oficial de la Policía Nacional, supera anteriores registros y coloca al pandillerismo en cúspide, dominando los arrabales en el predomino de sus actividades malignas.

Los actos de propia muerte; los suicidios incrementaron sus frecuencias y mostraron una relación estrecha entre desdicha personal y calamidades materiales, causales que soportan las decisiones censurables que los actores; relievando, con especial acento la región azuerense.

Los actos de Dios; las calamidades de la naturaleza unieron sus efectos malsanos con inundaciones en múltiples lugares de la geografía nacional, repartiendo luto y dolor en familias humildes; mientras incursiones armadas de malhechores foráneos en la región darienita sembraron alarmas e inseguridad en esas latitudes fronterizas.

Las reclamaciones reiteradas; sostenidas; de ciudadanos carentes de techo donde morar; en búsqueda de una vivienda donde asentar sus familias, fueron reprimidas, poniendo de manifiesto la improvisación y la demagogía de ciertos despachos públicos, responsables de tales quehaceres.

Las luchas ciudadanas contra la descabellada decisión de trasladar las celebraciones de las efemérides patrias, medida dirigida a favorecer intereses pequeños de inversionistas hoteleros y de servicios; así como la oposición a la privatización de el IDAAN, llenó de violencias las calles panameñas. La represión policial, en la coyuntura de una infantil y estrecha interpretación burocrática, violentó la autonomía universitaria, con secuelas de heridos, detenidos y reclamaciones judiciales.

Al finalizar el año trágico de 1998, crece en el seno popular preocupación fundamentada en la proximidad de los comicios electorales que renovarán las autoridades de elección; evento donde se exitan las pasiones y se obnubilan las razones; motivos por el cual se impone afirmar tolerancias, el respeto y la altura en los discursos, las ideas y las propuestas.

 

 
 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
"El Tigre de Santa Isabel" Ismael Laguna. fue dos veces Campeón Mundial de Peso Ligero


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, manejo irresponsablemente


OPINIONES



 

 

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