CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, manejo irresponsablemente

Me dirigía tranquilamente
a mi trabajo, cuando repentinamente en una curva, un conductor manejaba
su auto abierta y descaradamente en sentido contrario.
No era fin de semana, la vía no estaba obstaculizada por ningún
tipo de grupo, no existía indicación alguna de parte de las
autoridades del tránsito que indicará el cambio de sentido
en la circulación de los vehículos.
Simplemente al conductor le pareció quizá gracioso o tan
sólo le dio la gana de hacerlo y en su libertad no le interesó
con el resto del mundo y mucho menos con aquellos que por ley les tocaba
transitar de ese lado de la vía. No le importó ni su propia
vida, ni la de los demás, que no tenían la culpa de su estado
de ánimo, o de cualquier otra situación que le aquejaba.
Diariamente sujetos como el de esta corta historia de la vida real, se
convierten en artífices de las cotidianas tragedias de tránsito,
que llevan luto, amargura y dolor a muchos hogares.

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