Quien ha dicho que por ser hombre, no se tiene que realizar las labores domésticas y mucho menos ayudar a su compañera, quien se encuentra indispuesta por razones de enfermedad u otra índole, si usted amigo lector está en esta posición, con todo respeto, está equivocado.
En la campiña de Coclé es muy común, ver a hombres lavando la ropa u otros quehaceres domésticos en los ríos o quebradas, después de una larga faena en el campo, no manifestaba uno de estos campesinos que cuando su esposa está mala o enferma el no lo piensa dos veces, coge la ropa o los trastes y se va a la quebrada a lavarlos, para que su compañera descanse y se pueda reponer, eso a mi no me va a quitar el ser hombre culmino. Bueno a lo mejor nos puede servir de lección, la igualdad y comprensión en el hogar es un aliciente para una familia feliz.