Muchos de los niños indígenas que viven con sus padres en los campamentos de las zonas cafetaleras del distrito de Renacimiento no tienen las mejores condiciones de vida.
Jorge Montenegro, director regional del Fondo de Inversión Social, explicó que observaron a estas personas quienes viven en condiciones infrahumanas en espacios muy pequeños carentes de los servicios básicos.
Aunque la cultura de los nativos les permite subsistir bajo ciertas condiciones, manifestó que es muy triste verlos como tratan de sobrevivir en lugares lejanos de su tierra natal, que es la comarca Ngöbe Buglé.
Sin embargo, en esta Navidad hubo caras de alegría cuando se les entregaron canastas de alimentos, que es un factor indispensable en medio de la miseria que atraviesan en busca de una mejor vida.
La recolección de café es una de las alternativas que tienen para ayudarse económicamente, mientras se debaten entre la pobreza y la falta de oportunidades.