La escasez era casi permanente en la casa de Sulik Ayazer, ciudadano árabe de Gaza. Tenía a su cargo nada menos que ocho bocas que alimentar, cuerpos que vestir y pies que calzar, al igual que una gran cantidad de útiles escolares que comprar. Angustiado, se mesaba los cabellos.
Debido a que era árabe, debía guardar estricto reposo los viernes. Si conseguía cruzar la frontera y entrar a Israel, encontraba que los sábados eran feriados y no había ni ventas ni trabajo. Y si se quedaba un día más y procuraba hacer algo en el barrio cristiano, sucedía que era domingo y todo estaba cerrado. "Los feriados religiosos son muy buenos -reflexionaba este padre de seis hijos-. Pero, ¿cómo voy a darle de comer a mi familia?"
La preocupación de Sulik Ayazer no era porque había sufrido alguna tragedia, ni porque le había ocurrido un accidente espantoso. Tampoco había sido víctima de bombardeos, ni atormentado por drogadicción en su familia. Simplemente tenía problemas de trabajo. Sulik era vendedor ambulante, y cuando conseguía permiso para cruzar la frontera entre Gaza e Israel, o era viernes, o sábado o domingo, y no podía trabajar. Y el pobre padre se preguntaba, ante las seis bocas hambrientas de sus hijos: "¿Servirán de algo las religiones?"
¿Que es la religión? El diccionario Larousse la define con tres acepciones: (1) Culto que se tributa a la divinidad, (2) Orden o instituto religioso, y (3) Obligación de conciencia. Tres acepciones, que aunque son bastamente diferentes entre sí, tienen cada una sus adeptos.
Los religiosos por "obligación de conciencia" son los que a la fuerza siguen una religión. En esto no hay descanso, ni paz, ni seguridad sino sólo deber.
Aquellos para quienes la religión es una orden o un instituto religioso son los que han hecho de la religión un dios y, por lo tanto, no conocen al Dios verdadero que desea morar en sus corazones. De este espíritu podemos ser víctimas todos, sea cual sea nuestra religión, incluso la católica y la protestante.
Si en la primera acepción de religión, la de "culto que se tributa a la divinidad", esa Divinidad es el Trino Dios -Padre, Hijo y Espíritu Santo-, entonces esa definición sí comprende la salvación completa, segura y eterna que se basa en las Sagradas Escrituras y produce una experiencia personal. Aquí la palabra importante es "culto", es decir, tributo que se rinde a Dios, entrega total de nuestra voluntad a Él, sometimiento a la persona de Jesucristo. Hagamos nuestra esa religión.