Al menos 10,226 personas murieron en el sudeste asiático este domingo tras un sismo en Indonesia que desató una sucesión de maremotos en otros seis países vecinos, según las últimas cifras.
Indonesia es justamente la más castigada según las últimas cifras, con al menos 4,185 personas muertas tras el sismo y el maremoto que castigaron Aceh y Sumatra del Norte, informó el ministro de Sanidad indonesio a la AFP.
En Sri Lanka a su vez el saldo fatal fue de 3,225 personas, en su mayoría niños y ancianos. Hay unos 1.600 heridos y muchas personas están desaparecidas, dijeron fuentes oficiales a la AFP.
Unos 2.447 habitantes del sur de la India perdieron la vida e igualmente hay numerosos desaparecidos por lo que cifra aumentará, dijo el ministro del Interior indio, Shivraj Patil.
En el sur de Tailandia fallecieron al menos 310 personas, incluidos turistas extranjeros que se encontraban de vacaciones en balnearios. Asimismo, 5.400 personas quedaron heridas, dijo la policía.
En Malasia la cifra de muertos es de al menos 42 pero hay decenas de desaparecidos.
Un turista británico y otras 14 personas murieron en las islas Maldivas, informaron oficiales y residentes.
En Bangladesh un padre y su hijo murieron cuando un barco turístico fue alcanzado por las enormes olas.
El Centro de Alerta Geológica de Estados Unidos (US Gelogical Survey) confirmó que el sismo registrado en la isla de Sumatra (Indonesia) alcanzó los 8.9 grados en la escala de Richter.
TESTIMONIOS ATERRADORES
Algunos testigos hablan de muros de 10 metros de agua sucediéndose a lo largo de las costas de los países afectados.
En Sri Lanka, uno de los países más afectados, el camarógrafo Waruna Premachandra estaba viendo televisión cuando empezó a ver gente corriendo y gritando: "¡El mar ha invadido la tierra!"
"Vi como el agua arrastraba casas y árboles arrancados hacia el interior", explicó Waruna, de 35 años, en su casa de Paiyagla, unos 50 km al sur de Colombo, la capital.
"La gente que estaba buceando se encontró de repente en la playa y la que estaba tomando el sol se encontró de repente en el mar", explicó este fotógrafo de 29 años.