Cuantas veces hemos escuchado la frase "La teoría y la práctica deben complementarse", la primera sola no puede ser suficiente para llevar a los individuos al aprendizaje pleno de lo que se busca, ni la segunda sería efectiva sin previamente plantearse como alcanzar ese objetivo.
Este es un principio científico que esta en todo lo que hacemos, es parte de nuestras vidas, pero en realidad lo aplicamos en cada una de nuestras acciones?. Lo que hoy nos ocupa es la Navidad, ese acontecimiento que el mundo celebra, pero que no analiza ni mucho menos práctica.
Para tener una idea de lo que les planteó, sólo haga la prueba, elija al azar algunas personas y pregúntele qué es la Navidad?. La mayoría diría que es el nacimiento del niño Dios. La segunda pregunta que te sugiero hagas es por qué tuvo que nacer el niño Dios?. Sus respuestas; la que todos conocen: para salvarnos.
Creo que ya conoces las respuestas, y duele aceptarlo estamos lejos del propósito divino que hoy celebramos.
En primer lugar nuestra teoría es equivocada, la fiesta es en honor a un cumpleañero y cuando una persona llega a otro año de su vida, no decimos que es el nacimiento del niño Juan o del niño Pedro u otro niño.
Jesús ya no es un niño es una persona claro con más de 2 mil años si empezamos a contar desde que físicamente vino a este mundo.
Por lo general el cumpleañero siempre está presente en la celebración, ¿ocurre así?, invitamos a Jesús a nuestras casas para que cumpla su deseo y por el cual se hizo hombre?. Deja de decir que la Navidad es para los niños y el Año Nuevo para los adultos. Jesús vino por grandes y chicos por igual. Vino a buscar lo que se había perdido. Este mundo está perdido.