A pesar que hoy es Navidad, fecha en que los cristianos del mundo entero celebramos el nacimiento de Jesucristo, muchos padres de familia no se animan a salir con sus hijos a conmemorar este gran acontecimiento.
En nuestro país, como de seguro pasa en otras latitudes, acostumbramos a regalar a nuestros hijos, hermanos, padres y amigos. Tratamos de corresponderles a estos seres queridos a través de presentes, emulando la acción que hicieron los reyes magos.
Hoy, a plena luz del día son pocos los niños que no han abierto sus regalos. Bicicletas, patines, muñecas, carritos, juegos de video, etc... son la tónica característica de los juguetes, muchos de los cuales necesitan de espacio para disfrutarlos.
Esta fecha debe ser el día cumbre para aquellos padres amargados que no salen con sus hijos a disfrutar en familia.
Hoy, aunque sea un día, por amor a Dios, salgan de sus casas y carguen sobre sus hombros la bicicleta de los pela'os y llévenlos al parque a disfrutar en compañía sus amiguitos.
Nada hace más feliz a un hijo que compartir los grandes momentos con sus padres. La Navidad es uno de esos momentos trascendentales para los chicos. Serán recuerdos que perduran en la mente de ellos. Cuando grandes, esos menores recordarán esos ratos compartidos y harán los mismos con sus hijos.
Que esa tradición de unir a padres e hijos no se pierda, por eso por más cansado que estés y aunque tengas que trabajar para estos días, trata de sacar un momento para jugar con tus hijos.
Que la Navidad no te agarre con la amargura en tu corazón. Libérate el alma y busca a Dios. He aquí la respuesta a tu soledad. Trata de ensayar una sonrisa, aunque los problemas te agobien. Piensa que pronto vendrán mejores momentos como el que hoy representa dedicarle un tiempo de tu vida a tus hijos.