Cobraron el mínimo y ganaron el máximo: en 2001, Steven Soderbergh y sus amigos George Clooney y Brad Pitt decidieron divertirse llevando a la pantalla la remake de Once a la medianoche, el clásico de 1960 protagonizado por el clan Sinatra. Fue un éxito rotundo y abrió camino a una continuación. Que ya llega a los cines: se trata de "La Nueva Gran Estafa", con todos los actores de la primera y alguno más.
Otra vez la idea es quedarse con el mayor botín jamás robado. Pero Las Vegas está prohibido, y el objeto del golpe es pagar lo que le quitaron a Terry Benedict (Andy García) en la primera parte. Así que Danny Ocean (Clooney) tiene a todos sus colaboradores de vuelta... y ha contratado a alguien más.
Juntar a George Clooney, Brad Pitt, Julia Roberts, Catherine Zeta-Jones y Matt Damon en una película que se asume sin la más mínima trascendencia y donde importa más la camisa de Brad que un buen diálogo, puede ser una experiencia insufrible para los puristas.
Pero esta secuela de "La gran estafa" sale bien parada ante los prejuicios. Especialmente porque su manufactura es brillante y por el exquisito relajo de sus imágenes.