Desde hace más de 40 años la Plaza de la Catedral, en el corregimiento de San Felipe, no ha dejado de ser el lugar predilecto de nuestra gente jubilada.
Allí, sentados en sillas ahora restauradas, hacen funcionar su mente para soñar con un Panamá de progreso.
No pierden las esperanzas de revivir la época de oro para abrazar su infancia ya enterrada en el pasado y darle paso al futuro de sus nietos.