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Señaló que el 5 de enero de este año envió una nota a la presidenta de la República, Mireya Moscoso, explicando el problema y su situación económica.  |
A pesar de su corta edad, Angélica Rodríguez, de cuatro años, residente en la comunidad de Los Volcanes, corregimiento de El Cristo de Aguadulce, ha sufrido momentos difíciles en comparación con una niña normal. La existencia de un tumor en su ojo izquierdo ha provocado la pérdida de su visión.
Aunque el tumor le fue extraído antes que afectara su otro ojo, la niña tiene que seguir un riguroso tratamiento médico de quimioterapia cada 22 días en el Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social en la ciudad capital. Las sesiones con radiación han provocado la pérdida de su cabello, afectando su comportamiento, ya que se ha tornado tímida y poco comunicativa.
DESESPERACION
Angela Torres, madre de la niña, recordó que la menor nació con los dos ojos normales, sin embargo, a los tres años se pudo percatar que el ojo izquierdo de la criatura estaba tomando un color blanco, al tiempo que se quejaba de que no podía ver bien.
Preocupada por la situación, llevó a su hija a un médico de la ciudad de Aguadulce, quien le manifestó que con un adecuado tratamiento la niña corregiría su problema.
Explicó, visiblemente consternada, que desesperada acudió a otro galeno, esta vez en la ciudad capital, donde se le diagnosticó a Angélica un tumor en estado avanzado. "El doctor me dijo que la niña tenía que someterse a una cirugía lo antes posible, ya que podría perder el otro ojo", dijo.
Manifestó que las sesiones de quimioterapia le producen efectos secundarios a su hija, como vómitos, diarrea, y fiebre por cuatro días, mientras que la caída de su cabello le causa vergüenza, por lo que diariamente utiliza un gorro. "Le apena su ojo enfermo, ya que siempre me pregunta que cuándo se mejorará", señaló.
Angela labora como aseadora de la Dirección Regional del Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Coclé, donde sólo devenga B/.200.00 mensuales, lo que no basta para trasladar a su hija a las citas médicas y llevar el sustento a su hogar. Es madre también de otro niño mayor que Angélica y residen en una casa con su ex suegra, por lo que para sufragar los gastos de las citas debe efectuar rifas.
PROTESIS
Su anhelo es obtener una prótesis ocular para su hija ya que en septiembre del año pasado estuvo averiguando el costo en distintas clínicas y en uno de los consultorios le expresaron que se valoraban en B/.375.00, incluyendo todas las citas necesarias para su fabricación y las requeridas por el paciente para su adaptación.
Pero el gran problema, según la madre de la menor es que como su hija aún es muy pequeña la prótesis tendría que ser renovada cada dos años, hasta que cumpla los 15 años, lo que eleva los costos muy por encima de sus capacidades.
En esa ocasión Angela se describió como "una mujer humilde, quien a pesar que su hija no podía tener Navidades con juguetes, trata de hacer todo lo posible para que la criatura obtenga la salud que necesita".
Hasta la fecha no se ha recibido ninguna respuesta por parte de las autoridades del área, por lo que conversamos con el representante de El Cristo, Alcibiades Varela, quien se comprometió a adquirir a prótesis para el mes de febrero de 2002, una respuesta que sus familiares esperan se cumpla y no caiga en el olvido como muchas otras. Angela ha recibido el apoyo de sus compañeros de trabajo y de algunos vecinos de la comunidad, quienes se han condolido de su caso. Más allá de las contemplaciones materiales, el alma de las personas en estas fechas debe trascender los intereses personales y brindar a aquellos,como Angélica requieren de una esperanza que los motive a seguir adelante. |