Tristeza, hambre y miseria es lo que vive una madre desamparada que no tiene qué comer durante esta Navidad, mientras que muchos panameños derrochan el dinero en comida y bebidas durante esta fecha.
Una humilde indígena cuyo nombre no se pudo conocer, porque aparentemente sólo se comunica en su dialecto, llegó hasta la ciudad de Santiago, con las supuestas intenciones de trabajar para ganarse el sustento diario y así poder darle algo de comer a sus hijos. Pero con tan mala suerte que no lo consiguió y ha pasado noches enteras durmiendo en los alrededores del mercado y otros establecimientos.
Sin embargo, a una de sus hijas se le pudo entender que su mamá estaba triste porque no tiene qué comer en esta Navidad ni mucho menos cómo comprarles los juguetes.
Emigdio Pérez, educador, manifestó que es una realidad que vemos en cualquier lugar de Veraguas, específicamente en la ciudad de Santiago. Que no existe una orientación y apoyo de nuestras autoridades y mucho menos de la ciudadanía, en procurar mejorar las condiciones de vida de esta gente.
La gente debe apoyar más
UNA JOVEN PREOCUPADA
Melania Torres, estudiante de la Universidad de Panamá, en el Centro Regional de Veraguas, dijo que da vergüenza que en la provincia y en nuestro país se tenga este tipo de cuadros dolorosos. La joven hizo un llamado a las autoridades para que trabajen para evitar esta situación.