La decisión de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, de no permitir la entrada a la delegación cubana de béisbol a Puerto Rico, territorio estadounidense, donde se tiene previsto jugar la primera ronda del Clásico Mundial de Béisbol, sigue causando revuelo en varias partes del mundo, incluyendo nuestro país.
Ayer, el presidente de la República de Panamá, Martín Torrijos, dio su breve comentario sobre el caso.
"Ojalá el deporte no tuviera límites de ningún tipo, ni ideológico ni político", opinó Torrijos.
Torrijos argumentó que "el deporte debe ser una bandera abierta, con participación de todas las naciones del mundo para que deportivamente se superen diferencias y se puedan hermanar pueblos".
Cuba, junto a Puerto Rico, Holanda y Panamá, conforman el Grupo "C" de la justa.