La plata hay que buscarla de cualquier forma, siempre y cuando sea honestamente, y eso es lo que hace un hombre de la tercera edad apodado "Bujo", quien ha comenzado a ofrecer sus servicios de peluquero en un local nada convencional.
Si usted se sienta en la silla de peluquería de "Bujo", no se encontrará de frente con un gran espejo, sino con transeúntes, árboles y el bullicio urbano del Parque Porras. La iniciativa de subsistencia de Bujo ya ha sido aprovechada por muchos panameños, que por sólo B/.1.50 se van para su casa con "manso" corte.