El niño Esteban Carrizo Robinson, quien hoy cumpliría 12 años de edad, fue asesinado a puñaladas y su cuerpo lanzado en un potrero cerca a Finca 51, en Guabito, distrito de Changuinola.
El menor salió el jueves de su casa a cazar un pájaro para obsequiárselo a su hermana Adela, de 17 años.
Esteban presentaba heridas cortantes en el abdomen, por donde se le salieron las vísceras; la mano izquierda apenas guindaba de un hilo de piel, tenía herida en la cabeza, un fuerte golpe en la parte izquierda de la cara y otras heridas en la mano derecha.
Socorristas del SINAPROC quedaron estupefactos, pues aseguran que ellos habían correteado por más de una hora a ese mismo niño y que el pequeño se les desaparecía, y luego nuevamente lo veían. Se trata de algo misterioso, aseguraron.
Además, una joven que trabaja en un almacén en Changuinola dijo que cuando regresaba a su casa la tarde del viernes, también vio al niño que le pidió ayuda, pero cuando otros chicos se acercaron y tiraron bombitas, éste se internó en los matorrales.