El volumen de lava incandescente que sale del cráter del volcán Mayón, en la región central de Filipinas, indica que una erupción es inminente, informó ayer el Instituto de Vulcanología y Sismología (Philvolcs).
"Se ha intensificado la actividad en las últimas horas, pero todavía es difícil predecir con exactitud cuándo estallará", según July Sabit, delegado de Philvolcs en la provincia de Albay.
La agencia elevará al nivel 4 la alerta en cuanto se registren más explosiones en el interior del monte, mientras el río de lava alcanza ya los cuatro kilómetros de longitud y las columnas de ceniza supera los dos kilómetros de altura.
Pese al peligro, en los últimos dos días, cientos de campesinos regresaron a las faldas del Mayón para atender sus cultivos situados dentro de la "zona de peligro", ampliada ayer a un radio de ocho kilómetros respecto al cráter, pues la alerta ha coincidido con la época de la recogida de la siembra.
En las próximas horas serán desalojados con el apoyo del Ejército unos 10.000 residentes y situará el número de personas evacuadas en 50.000.