Se acerca la época navideña y nada supera el disfrutar de nuestros sabores tradicionales. Es increíble cómo un simple plato o bebida nos puede traer recuerdos y añoranzas.
La miel es un producto alimenticio muy consumido por algunas personas por su indescriptible sabor, pero muchas otras la rechazan, ya que puede resultar empalagosa. Se suele tomar mucho sobre todo en el desayuno, untada en la tostada, o en algunos platos de alta cocina.
Pero hoy no vamos a hablar de su aspecto grastronómico, sino de su aspecto curativo, pues según algunos dermatólogos y científicos es muy eficaz para curar heridas y para que estas no se infecten.
La miel está compuesta, principalmente, por peróxido de hidrógeno, alto contenido de azúcar y ácido glucónico, los cuales son perfectos para que no se desarrollen bacterias en las heridas y puedan producirse infecciones.
Incluso, la miel se llega a utilizar en casos de personas diabéticas, a las que se les tiene que amputar algún miembro.