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La migración de indígenas hacia Costa Rica, ha influído en esta baja.  |
Al menos 45 mil a 50 mil quintales de café se han logrado cosechar hasta el momento, a pesar que la producción del grano ya alcanzó su último cuarto generando consigo preocupación en los productores de la región.
Lucas Gómez, un productor del área y miembro de la cooperativa de café, sostiene que este año la producción ha sido menor en comparación con el año pasado donde alcanzó los 100 mil quintales aproximadamente.
Aunado a esto, señala Gómez la crisis cafetalera se agudizó hace siete años atrás ha provocado una baja considerable en los precios por lata.
Por otro lado, agregó que la mano de obra indígena se ha comportado muy inestable en la presente cosecha, los indígenas que llegan a Río Sereno procedentes de la Comarca Ngöbe Buglé prefieren cruzar para las fincas cafetaleras de Costa Rica, porque supuestamente alcanzan mejores beneficios.
Admitió que las condiciones habitacionales están en mejores que las ofrecidas por los panameños, lo que atrae al nativo.
Además, han presentado problemas con la compra del producto porque desconocen el momento cuando los compradores entran al lugar a adquirir el grano y eso le impide al productor a contratar una mano de obra permanente.
La cosecha ahora se inclina hacia las regiones más altas, pero las constantes lluvias han provocado que disminuya porque las plantas son más susceptibles a las enfermedades y se registra la caída del grano.
Señaló que las pérdidas han alcanzado un 20% de la producción total como consecuencia de los efectos climatológicos y los problemas enfrentados con la falta de mano de obra y la falta de compradores.
DATOS: TIENEN QUE VENDER A LOS TICOS
Ahora, la mayor preocupación para el productor cafetalero se inclina hacia la pérdida del mercado tanto nacional como internacional, y la crisis ya alcanzó el fondo del problema y se han visto en la necesidad de vender el producto a los productores costarricenses.
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