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Llena de entusiasmo la abuelita le dio el costoso regalo al nieto, El chiquillo, de unos nueve años, trató de hacerlo andar pero no pudo. Miró a la abuela y ella dijo sonreída que no sabía cómo funcionaba el juguete.
El niño volvió a tratar de hacerlo andar. Cansado y molesto, tomó el regalo y lo lanzó contra la pared.
Ahogó un grito la abuela al ver su costoso regalo destruido. Pero en realidad, la anciana tenía algo de culpa.
Ella le había regalado un juguete complicado al nieto, que no era para su edad.
Menos mal que ya hay tiendas donde ponen letreros, sugiriendo la edad adecuada para los juguetes que venden.
Porque hay juguetes que más bien parecen para los padres y no para los niños, por lo complicado que son.
Siento risa cuando veo a padres afanarse para armar un juguete. Algunos no pueden o lo hacen mal y les sobran tuercas.
He dicho en son de broma que algunos juguetes modernos, necesitan un curso universitario para poder usarlos.
Así que regale objetos de acuerdo con la edad del niño. No confíe que "el chiquillo es un genio y puede usar algo para más grandes".
Otro aspecto que hay que tomar en cuenta con los juguetes navideños es la cantidad.
Una vez vi a un niño con la cara de asombro ante treinta juguetes que le había traído el Niño Dios.
Iba de un lado para otro viendo los juguetes pero no jugaba con ninguno. No sabía por cuál decidirse.
Al final, el niño dejó los numerosos juguetes y se fue a jugar con uno del año pasado. Sencillamente, lo habían "saturado" con tantos juguetes que lo confundieron.
A veces los padres convierten eso de los juguetes navideños en un asunto de ¡poder! Quieren demostrarle a los parientes y amigos que tienen dinero para comprar juguetes caros a sus hijos.
Pero no siempre lo complicado y caro satisface los deseos de jugar de un niño.
No sería de extrañar que el chiquillo ante tanto modernismo de juguetes, decida correr por la casa con un palo de escoba, convertido en su fértil imaginación en un caballo.
(A los padres les puede dar un infarto la actitud del niño).
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