FAMILIA
El pico
de un tucán prisionero

Redacción
Crítica en Línea
Cada
animalito silvestre utiliza su mejor recurso para defenderse.
Los grillos saltan, el armado se enrosca, el mono es ágil
en las ramas y el zorrillo tiene un almizcle muy especial.
Cuando encerramos a una paloma, a un perico o a un bin bin,
estamos limitando las destrezas naturales de estas criaturas
cautivas.
El encarcelamiento de cualquier animal del monte, lo trastorna,
le resta ganas de vivir y generalmente la tristeza lo mata.
¿Han visto ustedes el desmejoramiento físico
de las especies silvestres enjauladas?. Pierden el pelo si son
roedores, cantan menos si son canoras y hasta se desfiguran el
pico si son aves quebradoras de nueces.
Generalmente, la comida que ofrecen los infractores y detractores
de nuestro patrimonio natural, a sus víctimas no es la
correcta. Ponemos por caso lo que sucede en Panamá son
cientos de pericos cautivos, todos los primeros meses del año.
Los pericos no comen plátanos, ni guineos en sus zonas
de vida. El guineo y el plátano lo comen a la fuerza cuando
están encarcelados y no les queda más remedio.
Ni en Chiriquí, Pacora, ni Capira, jamás se
ha visto parvada alguna de pericos caer sobre un platanal o cabeza
de guineo los pericos son fructívoros pero no comen guineos.
Por otro lado algunos loros, pericos y tucanes, cuando son
atrapados adultos, se destrozan sus picos con las rejas de las
jaulas.
A los conservacionistas que se dedican a curar a los animales
silvestres, les es muy difícil tratarlos, sobre todo si
pasan tiempos muy prolongados en cautiverio.
Si usted conoce algún animal en cautiverio y que sufre,
no dude en llamar al teléfono de ANCON, 314-0060.
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