El influyente clérigo radical chií iraquí, Moqtada al-Sadr, condicionó la participación de sus seguidores en las elecciones generales del próximo 30 de enero a la salida de Irak de las tropas extranjeras, tras los comicios.
Al-Sadr, un joven clérigo que cuenta con el apoyo de las clases chiíes más desfavorecidas, puso en jaque este año, por dos veces, a las fuerzas estadounidenses y el Gobierno interino con la desobediencia civil en todo el país.