Tras permanecer setenta y dos meses presos, el Juzgado Segundo Penal, con sede en La Chorrera, se vio en la necesidad de dejar libres a varios individuos acusados de formar parte de una organización dedicada al lavado de dinero y narcotráfico.
Al parecer, cumplieron en exceso el tiempo detenidos y la representante de la Fiscalía Primera de Drogas no supo sustentar los cargos de lavado de dinero y narcotráfico y el informe referente al caso y los elementos probatorios y vinculantes para sustentar su solicitud de condena.
Eso ocasionó indignación entre los abogados litigantes Víctor Orobio, Alexis Ríos, Rubén Darío Remón y el juez Ricardo Mazza, al considerar esto como una burla para el tribunal de la causa.
La pena mínima en estos casos es de sesenta meses, pero habían cumplido en exceso la misma, precisó una fuente ligada al caso.
Entre los procesados figuraban Jaime Newbold, Lec Kilk Davis, César Aníbal González, Sergio Arrivillaga Sánchez, Pedro Ramón Ordoñez, Einar Samudio, Luis Alberto Motoo, Miguel Hernández Torres, Rubén Taquez González y Olíver Osvaldo Torres, entre otros. Los sindicados tenían diversas nacionalidades: mexicana, guatemalteca, dominicana, colombiana y panameña.
La presente encuesta penal comenzó a través de la "Operación Caso Emperador David", donde por largos meses se dio seguimiento, captación de datos, vigilancias y reconocimientos por la Policía Nacional y la PTJ a una organización criminal internacional dedicada al tráfico de drogas y al blanqueo de capitales, donde también se han acopiado dentro de las instrucciones e investigaciones copias autenticadas de casos altamente relacionados.
Los informes establecen que ese grupo liderado por Newbold y sus compinches formaba parte de otras organizaciones como la de José Castrillón Henao y la de Benigna Walter Gil.