Lee Boyd Malvo, el menor de los dos acusados de matar a diez personas en el área de Washington, asegura ahora que no disparó contra la analista del FBI Linda Franklin, abatida en el estacionamiento de un centro comercial de Virginia.
Así lo desveló un psicólogo forense en el juicio por este caso tras mantener varias entrevistas con el acusado.
EL AVISO
Malvo dijo al doctor Dewey Cornell que aquel día, el 14 de octubre, él estaba tumbado bajo un árbol frente al aparcamiento, desde donde comunicó con un transmisor-receptor a John Allen Muhammad, el otro acusado, el mejor momento para disparar.
El testimonio de Cornell contradice las primeras declaraciones que Malvo hizo tras la detención de ambos, el 24 de octubre, después de tres semanas en las que estos dos presuntos francotiradores aterrorizaron a la población del área metropolitana de Washington.
Malvo dijo a la policía que él había disparado contra Franklin, pero este experto médico explicó que el joven le había ofrecido una versión diferente en las conversaciones que mantuvieron.
La defensa del acusado, que afronta la pena de muerte pese a ser menor de edad en el momento de los crímenes, argumentó desde el inicio del juicio que se celebra en la localidad de Cheasepeake (Virginia) que las primeras declaraciones de Malvo a las autoridades fueron las de un adolescente con las facultades mentales mermadas.
Esta posibilidad fue defendida también por Cornell, quien aseguró ante el tribunal que Malvo no distingue la realidad de la fantasía.
SENTIMIENTO DE CULPA
También explicó que el joven pudo inculparse para proteger a Muhammad, a quien veía como un padre, o por sentirse culpable de la detención de ambos, que fueron capturados cuando dormían dentro de su coche en un área de descanso de una autopista de Maryland.
Cornell relató también que en algún momento Malvo tuvo dudas sobre lo que estaban haciendo.
UN PLAN ENGAñOSO
Cornell explicó además que Muhammad hizo creer a Malvo que se estaban preparando militarmente para recuperar a sus hijos, cuya custodia había perdido poco antes de conocerse, y que iban a fundar una comunidad en Canadá con los 10 millones de dólares que exigieron a las autoridades a cambio de no seguir matando. |