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Los malhechores no tienen hora de operación. Tal vez, ayer se frustó el intento de un par de delincuentes que insisten en que no son ladrones.  |
Dos malhechores fueron capturados a la 1:30 p.m. de ayer, cuando intentaban robarse un auto que estaba aparcado en el primer piso de los estacionamientos del edificio "Dorchester", en la vía España.
LA MALICIA
Un agente de una compañía de seguridad encargado de custodiar el local, notó la malicia de los facinerosos y dio la voz de alerta a sus jefes inmediatos, los cuales informaron a la subestación de Policía de Bella Vista.
Estos enviaron a dos unidades "linces" que se hallaban cerca del lugar del hecho y llegaron al lugar.
Cuando llegaron las unidades policiales, "no sé qué ocurrió de allí en adelante", dijo el seguridad con voz nerviosa.
SOSPECHOSOS
Los sindicados por el acto delictivo responden a los nombres de José Pirtea Aguilera, de 26 años, y Eduardo Arturo Gómez Palacio, de 27 años. Ambos se encontraban dentro del carro Toyota Yaris con matrícula 246554, que estaba aparcando en la "Plaza Dorchester".
Según una fuente policial, los linces intentaron detener los presuntos ladrones de autos quienes se dieron a la fuga.
Inició la persecución. Los linces le dispararon en una de las llantas traseras al Toyota, lo cual provocó que perdieran el control y se estrellaran contra una de las paredes a la salida del estacionamiento.
VERSIóN DE LA COMPAñíA
Los aparentes delincuentes alquilaron el carro en el que viajaban a una compañía de arrendamientos hace una semana, y le pusieron vidrios
ahumados. El vehículo en que se transportaban tenía tres impactos de bala, los cuales lo habían tapados con cinta adhesiva, proveniente de una pistola 9 mm, dijo un miembro de la DIIP de San Francisco.
El gerente de operaciones que fleta auto, evaluó las condiciones del vehículo de pérdida total, ya que el seguro no cubre colisión con objeto fijo.
DEFENSA: "NO SOMOS LADRONES"
"Esa arma es mía. La uso porque tengo problemas serios. Es verdad que estuve preso en La Joya, pero nadie iba a robar nada. Yo no sé de quién son ellas llaves", así se defendió uno de los sindicados. |