EDITORIAL
Misterio en la Asamblea Legislativa
Un silencio sepulcral reina por los predios de la Asamblea Legislativa después de las denuncias de que un número plural de “botellas” había en la institución y que varios autos y objetos fueron hurtados, según declaraciones del presidente del Parlamento, el legislador Enrique Garrido. Lo anterior tiene ribetes de escándalo porque se han silenciado las investigaciones y al parecer, las “botellas” que tenía la Asamblea anterior han sido reemplazadas por otras. El Presidente de la Asamblea, que se ha dedicado a sugerir el rompimiento de relaciones diplomáticas con Colombia y a criticar y pedir la remoción de los ministros del Gabinete de Mireya Moscoso, debe profundizar en las investigaciones sobre los robos que se han dado en perjuicio de los despachos de los propios legisladores. Ya en el Palacio Legislativo, su presidente no habla con tanta euforia de romper las “botellas” ni de exponer la virulencia que existía antes, cuando recién llegó a la directiva del Palacio Justo Arosemena. Este asunto no debe ser tomado a la ligera porque se trata de una lesión patrimonial que debe tener responsables y que está sujeta a sanciones. Aunque en los primeros 100 días se ha registrado una asistencia aceptable a las sesiones ordinarias, el cuerpo legislativo debe mejorar sus acciones para superar la mala imagen que siempre ha caracterizado al poder legislativo. Los legisladores deben proyectar seriedad y emitir votos a conciencia. La Asamblea Legislativa anterior se vio manchada por la sumisión de los legisladores al Organo Ejecutivo. Los asesores de la Asamblea Legislativa también deben recordarle a su máximo dirigente que no es conveniente efectuar declaraciones a la ligera, las cuales debe luego rectificar. El mundo nos mira y hay que ser serios señores.
PUNTO CRITICO |
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