Fue un Día de las Madres que jamás olvidarán las 23 familias que perdieron todo durante un incendio que se registró en el edificio 10, 133.
Eran aproximadamente la una de la madrugada del 8 de diciembre cuando las llamas le avisaron a Eva Bermúdez, quien vivía con sus dos nietos en uno de los cuartos, que el edificio se estaba prendiendo.
"Corrí a tocar la puerta de mis vecinos y después tomé a mis dos nietos y salimos de ese lugar que ardía" dijo.
Así como lo hizo Eva, también Diana Pio salió corriendo sin llevarse solo una toalla.
"Tomé a mi nieta y mi hijo y salimos para salvar nuestra vida" expresó confundida Ana Rosa Arroyo, quien todavía no logra comprender qué pasó para que se registrara ese siniestro.
UN JUEGO PELIGROSO
El informe policial y de los bomberos es que dos menores estaban jugando con fósforos y ocurrió lo inevitable. Unos 23 cuartos se incendiaron dejando a unas 100 personas damnificadas.
El Comandante Leonardo Román, jefe de los bomberos, señaló que unas siete personas fueron rescatadas en la parte alta del inmueble contiguo al caserón que se incendiaba, mientras que un señor de apellido Palacios se negó a que lo bajaran.
Explicó que cuando llegaron ya el fuego estaba declarado y utilizaron el agua de los carros cisternas.
El propietario del almacén Super Muebles que da a la avenida Bolívar miraba con tristeza como se incendiaba la parte alta de su bodega donde se encontraban los muebles para la venta de diciembre.
El fuego fue controlado en unos 40 minutos aproximadamente.
IRONIAS
Tiempo
La ironía del destino es que la ciudad estaba inundada por las fuertes lluvia que se registraron durante todo el días, sin embargo a esa hora de la madrugada no llovió.