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¿Podría clasificar Panamá a la fase de "repesca" de las eliminatorias?
Carlos Alberto Martínez
Crítica en Línea
Más allá de los resultados que arrojó el sorteo de grupos continentales previos a la fase final de la Copa Mundial de fútbol de Corea y Japón del año 2002, celebrados ayer en Tokio, con todas sus polémicas como la de una rivalidad de dos grandes potencias europeas como Alemania e Inglaterra, coincidentalmente candidatas para ser la sede del mundial del año 2006, la acción fue justa y equitativa, donde se han abierto opciones a las oportunidades que no se daban en los torneos anteriores. Incluso, para Francia'98, también se daban opciones a la mayoría de naciones con selecciones grandes o chicas, profesionales o aficionados que algunos pudieron aprovechar con suerte, trabajo y ganas de hacer las cosas bien. En el caso de Panamá, la suerte fue diferente a lo que fue hace casi cuatro años cuando nos tocó un rival asequible pero difícil como Belice. Ahora, se ha vuelto a jugar el sistema de todos contra todos en grupo, e ida y vuelta desde 1982, aunque con menos equipos y situaciones mucho más duras, ya que a diferencia del Grupo A centroamericano distribuido entre El Salvador, Belice y Guatemala, con posibilidades teóricas para guatemaltecos y salvadoreños, el Grupo B al que nos tocó medir es el más duro, una especie de "Grupo de la Muerte" regional, ya que nos tocó Honduras y Nicaragua. Pese a ello, y observando los últimos antecedentes de cómo se ha trabajado con la selección nacional absoluta, merced a los constantes errores, improvisaciones e incapacidades de dirigencias anteriores y de una dirigencia actual, en este caso de la Comisión "Normalizadora" quienes en vez de brindar una mayor atención al seleccionado, de pelear porque nuestra única cancha que es bastión de nuestros enfrentamientos internacionales como el "Rommel Fernández" esté en buen estado y de uniformar al comando técnico adecuadamente o quedar bien con el protocolo ante sus visitantes como en el caso de olvidárseles poner el himno nacional de Cuba en el juego del pasado domingo, se dedican a intimidar periodistas y prestarse a los caprichos de ciertos dirigentes provinciales y de ciertos "comisionados" con ansias de figuración, creemos, se puede lograr una clasificación, por lo menos a un repechaje con un elenco del Caribe, o, por qué no, ir a la semifinal regional donde nos esperan Estados Unidos, México y Jamaica o Costa Rica, único equipo centroamericano que quedó "Stand By" y clasificado directo a esa instancia. Frente a los hondureños, que llevan más tiempo de preparación por la Copa de Oro, y el reciente amistoso ante Perú que finalizó empatado sin goles, agregado a figuras como Pavón quien está en el Celaya azteca o el "Tyson" Núñez del Nacional uruguayo, la selección panameña que dirige Miguel Mansilla pudiera ser muy difícil, dada la potencialidad de los catrachos y los resultados de goleadas como el 5-0 en la Copa de UNCAF de 1997 lo indican al ser vencidos por su velocidad y tiros a media distancia, aunque para ello, quizás el "handicap" lo tengan figuras como Donaldo González, Ricardo James o Mario Anthony Torres, quienes han jugado y conocen el fútbol hondureño, a sus jugadores y sobretodo, a qué juegan. El antecedente de nuestros juegos con Honduras, en eliminatorias mundialistas, son funestas, ya que en sus 4 partidos en los previos a España'82 y México'86, Panamá no le ha podido ganar a los "catrachos". Frente a Nicaragua, un rival aparentemente "asequible", tampoco pinta de serlo, ya que sus últimas actuaciones como en la eliminatoria mundialista a Francia'98 frente a Guatemala y la Copa de Naciones de este año que termina en Costa Rica, con resultados muy estrechos, lo convierten en un equipo complicado. La figura de Otoniel Oliva o Sergio Gago serán quienes den la parte más goleadora de los pinoleros. El panorama previo para nuestro fútbol es difícil pero se puede clasificar, a nuestro concepto y a lo sumo, la opción del "repechaje" es la más factible pero con una buena preparación, dejando trabajar en tranquilidad a los seleccionados y una exhortación a los dirigentes a dejar de satisfacer caprichos, ya que presentimos en el ambiente un aroma de eliminación por su obra y gracia.
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Walter Pino celebra uno de los dos goles del triunfo de Panamá sobre Nicaragua en 1995, en la Copa de Naciones de la UNCAF, en Balboa.
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