DOñA "CHENCHA" Ejemplo de una abnegada madre

Irasema Muñoz
Coclé / EPASA
En esta fecha tan especial, Día de la Madre, queremos resaltar las luchas y la abnegación de una madre muy especial, nacida en el distrito de La Pintada, pero radicada en Penonomé desde havce 35 años. Nos referimos a la muy querida señora Crecencia Morales González, más conocida como "Doña Chencha", por todos lo que a diario conviven con ella en su lugar de trabajo, la Gobernación de la provincia de Coclé, donde tiene 30 años de ser trabajadora manual. Doña Chencha ha visto pasar a muchos gobernadores por ese despacho, a quienes ha servido y querido, porque según indicó, todos han sido muy buenos con ella. Doña Chencha cursó estudios hasta el tercer año de escuela secundaria. Su deseo era seguir estudiando, pero los recursos económicos de sus padres no se lo permitieron. Entre los gobernadores que recuerda doña Chencha están el señor Pablo Quevedo, al gobernador Ricardo Fernández (q.e.p.d.), Darío Fernández, Edna de Thompson, Elda Sugasti, César Pardo, Antonio Jaramillo y Clímaco Quijada, entre otros. Doña Chencha entró a laborar desde muy joven a la gobernación de la provincia y cuando llegó a ella tenía dos hijos. Luego vinieron los otros 12 para un total de 14 hijos, en edades comprendidas entre los 22 y 4 años de edad. Doña Chencha tiene 50 años cumplidos. Nos comenta que ella nunca fue partidaria de la planificación familiar por métodos como las pastillas y oros anticonceptivos. "Yo quería tener los hijos que dios quisiera mandarme y fueron 14, de los cuales me siento muy orgullosa de haberlos tenidos para orgullo de Dios y de la patria", expresó. "Me siento contenta porque durante los 30 años que llevo de trabajar en esta gobernación todos los gobernadores han sido muy buenos, todos me han tenido en cuenta, han sido comprensivos al momento que necesité tiempo para cuidar a un hijo enfermo o cuando me ausentaba para dar a luz. Doña Chencha recuerda como anécdota que durante la gestión del señor Pablo Quevedo, quien dijo era muy buena persona, éste la invitaba a las giras que se realizaban por las comunidades penonomeñas, pero después que culminaban las reuniones a don Pablo le gustaba quedarse un rato compartiendo con los moradores y las reuniones se convertían en "pachangas". Dice doña Chencha que ella tenía que esperar hasta que don Pablo tomara la iniciativa de regresear. Esta madre de familia también recuerda al secretario general de la gobernación señor "Tito Yee", quien siempre organizaba actos para el día de las madres y, en una ocasión le regaló un camisón de dormir color rojo. Al entregárselo, el señor le dijo que era para que se lo luciera a su esposo y se pusiera muy bonita. Al poco tiempo doña Chencha quedó embarazada y el señor Yee le dijo que era gracias al camisón rojo que él le había regalado. Después de 30 años de labores, doña Chencha recuerda cómo ha cambiado el edificio de la gobernación de Coclé. Señala que anteriormente era todo de madera, incluyendo los pisos. Poco a poco el mismo se fue deteriorando y en una ocasión una secretaria del Sistema Nacional de Protección Civil, cuyas oficinas en ese tiempo funcionaban en la parte superior del edificio, iba caminando, cuando de repente el piso de madera desgastado por los años, cedió y ella quedó colgando entre los dos pisos. A raíz de este incidente se tomó la determinación de conseguir los fondos para su remodelación, la cual se ejecutó en 1994. Hoy el edificio es muy bonito, de estilo antiguo, pero con decoraciones modernas y pisos de mosaicos. En él funcionan varias dependencias, pero doña Chencha trabaja directamente con la gobernación. Esta madre de 14 hijos se siente muy orgullosa de sus hijos, pues con mucho sacrificio los ha educado y quiere dejarlos a todos educados cuando ella falte. Indica que siempre ha contado con el cariño y apoyo de su esposo José Cedeño, quien tiene 56 años. Ambos son de origen humilde, sin muchos recursos, y con mucha sinceridad, indica ha hechouna vida de 30 años en las financieras, porque solicitan fiadores y las financieras le prestan sin fiador. Con esos préstamos ha construido su vivienda en Los Uveros de Penonomé y ha educado a sus hijos. "Siempre mi bastón han sido los préstamos, porque es la única forma de poder educarlos y dejarlos preparados para el futuro", indicó. Hoy tiene a una hija graduada de Licenciada en Administración Pública, tiene dos miembros de la Fuerza Pública y otras hijas graduadas de Bachiller en Comercio, que están a la espera de un empleo para poder ingresar a la universidad. Toda una vida en la gobernación también tuvo sus ventajas para doña Chencha, pues señala que los gobernadores la ayudaban con cartas de recomendación para lograr becas para sus hijos, por lo que está muy agradecida de todos. También nos contó una historia del supuesto hombre lobo que aparecía en Penonomé hace varios años atrás. Ella comenta que hace tiempo, en una casa cuyo patio se aprecia desde la gobernación, habitaba un señor discapacitado, que por una enfermedad que padecía emitía unos alaridos parecidos al aullido de un lobo. En ese tiempo, en la zona de policía de Coclé, cuyo edificio está al lado de la gobernación, estaba al mando un mayor que había organizado un combo que amenizaba actos de la policía y él compuso una tonada dedicada al hombre lobo, la cual decía que el hombre lobo habitaba en las cercanía del río Zaratí y aparecía en "Penonomé. Doña Chencha indica que la gente creyó la historia de la tonada y permanecían alarmadas por la presencia del hombre lobo. A ella esto le hacía gracia porque conocía el origen de la canción. Hoy esta humilde madre de familia se siente satisfecha de la vida y orgullosa de sus hijos, a los que quiere dejar preparados para el futuro. Indica que con "14 son suficientes", por eso se operó hace 4 años cuando tuvo a su último retoño. Su sueño es dejarles una vivienda con 14 habitaciones, una por cada hijo, señaló doña Chencha.
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