El estadounidense Rigoberto Alpizar, de 44 años, fue muerto a tiros en un pasillo que conducía al avión de American Airlines justo antes de que éste partiera rumbo a Orlando tras aterrizar en Miami proveniente de Medellín, Colombia. El pasajero afirmaba tener una bomba en un maletín de mano.
Fue la primera ocasión desde los atentados del 11 de septiembre en que un alguacil aéreo le dispara a un pasajero o sospechoso.
Según una testigo, el hombre corrió frenéticamente por el pasillo del Boeing 757 al tiempo que agitaba sus brazos, mientras su esposa intentaba explicar que padecía un trastorno mental y no había tomado su medicina.