El equipo Williams acordó quedarse en el circuito de Fórmula Uno hasta el 2012, una movida que protege al deporte de una peligrosa división.
Williams se convirtió en el cuarto equipo --después de Midland F1, Red Bull Racing y Ferrari-- que firma el llamado Acuerdo de Concorde. El documento determina cómo se dividirán las ganancias entre los equipos, el jefe de Fórmula Uno Bernie Ecclestone y el organismo rector del deporte entre el 2008 y 2012.