Un grupo de científicos descubrió la razón por la cual a veces es más difícil mantener el peso que perderlo en primer lugar.
Un equipo de la Universidad de Columbia, en Nueva York, demostró que la clave es la caída en los niveles de la hormona leptina, que controla y limita el apetito.
La conclusión se alcanzó luego de aplicar inyecciones de la hormona a personas que habían bajado de peso hace poco tiempo. Las dosis de leptina los ayudó a mantener su nuevo talle.
El estudio fue publicado en la Revista de Investigación Clínica.