Un nuevo estudio confirma que en la artritis, conviene administrar cuanto antes un 'cóctel' de antirreumáticos.
El tratamiento que combina más de un medicamento es más útil para conseguir que los pacientes tengan menos dolor, mayor capacidad funcional y menor progresión de las lesiones articulares.
La artritis reumatoide es una enfermedad inflamatoria y progresiva, que afecta fundamentalmente a las articulaciones.
La inflamación conduce a deformidades y produce dolor y limitación funcional. En los últimos años han aparecido fármacos nuevos que, aunque no curan la enfermedad, sirven para detener su progresión. Sin embargo, no está clara cuál es la estrategia más adecuada para manejar a los pacientes.
El objetivo del tratamiento en la actualidad es mejorar la situación funcional de los pacientes, pero también prevenir el daño que se produce a largo plazo en las articulaciones. ¿Debemos empezar con un único fármaco? ¿Es mejor combinar varios medicamentos desde el primer momento? ¿Qué combinación es la más segura y eficaz? Un nuevo estudio, publicado en la revista 'Arthritis and Rheumatism', intenta aclarar estas dudas.
CUATRO OPCIONES TERAPEUTICAS
En el ensayo, realizado en Holanda, se incluyeron 508 pacientes que habían sido diagnosticados de artritis reumatoide en el último año. Se hicieron cuatro grupos diferentes en función de la estrategia de tratamiento: en el primer grupo (126 enfermos) se administró la terapia estándar de la artritis: metotrexato.
En el segundo grupo (121 casos) se empezó con metotrexato y en una segunda fase se añadía otro medicamento antirreumático y prednisona (un corticoide, empleado para aliviar la inflamación). El tercer colectivo (133 pacientes) se trataba desde el principio con una combinación de metotrexato, sulfasalazina (otro antirreumático clásico) y prednisona, y el último grupo (128 pacientes) recibió desde el principio metotrexato y una moderna terapia biológica (infliximab).
Los pacientes recibieron tratamiento durante al menos un año y se fue aumentando la dosis o modificándose el tratamiento en función del protocolo establecido. El número de pacientes que había evolucionado favorablemente era mayor en los grupos de tratamiento combinado.