Nuestro titular refleja así lo que dice la canción del dominicano Juan Luis Guerra, en tono muy tropical, sobre el deseo de los latinoamericanos de obtener el preciado permiso de viaje para visitar en los Estados Unidos y vivir el "Sueno Americano".
Conocemos varios casos de personas que se le han retirado la visa hacia los Estados Unidos. Unos por mala suerte, se la quitan porque le cayó mal al funcionario de migración en un aeropuerto de la Unión Americana, otros por cuestiones políticas, mientras que varios sufren porque no logran ingresar a la "tierra de los sueños" por el controversial tema migratorio.
A algunos diplomáticos y periodistas que no tienen negocios o urgencia de pasar por Norteamérica, cuando sucede este imprevisto, pues no queda otra que viajar por Sudamérica, para llegar a Europa o al Continente Asiático. Y allí queda el asunto.
Empero, cuando Washington le quita a un funcionario de elevada importancia política de algún país latinoamericano, las cosas pintan diferente. Ya surgen sospechas y queda la duda.
La retirada de la visa al magistrado de la Corte Suprema de Justicia, Winston Spadafora, tiene ribetes internacionales y repercusiones de extrema gravedad. El jurisconsulto se suma a la exclusiva lista de personalidades de nuestro hemisferio que se quitó la oportunidad de viajar a la mayor potencia mundial, como por ejemplo los expresidentes Ernesto Samper (Colombia), Fernando Collor de Melo (Brasil), Alberto Fujimori (Perú) y Ernesto Péres Balladares (Panamá).
Si William Ostick, funcionario de la Embajada Americana, anuncia a vox populi que Spadafora se le suspende el visado por cuestiones de corrupción, sería interesante de Washington de pruebas contundentes a las autoridades judiciales panameñas para aclarar situaciones.
Por supuesto, es una cruel verdad que los medios de comunicación iban a festinar la retirada de la visa a Spadafora. Muy pocos periodistas panameños van a defender a un personaje que persigue a los comunicaciones sociales y que ha sido denunciado en foros internacionales por restringir la libertad de prensa. Empero, Estados Unidos debe explicación para conocer la causa de la retirada de la visa a determinada persona.
No es que defendamos a Spadafora o lo que dice su abogado, Rogelio Cruz. Pero, retirar una visa "porque se escuchó en los medios que Spadafora es corrupto", no es una causa real para hacer esta maniobra diplomática.
Ronda en los cafetines el rumor que la retirada de la visa tiene que ver con el polémico caso de Panama Ports, la venganza de Dich Cheney y su empresa "Bethel" por haber sido "negreados" en la licitación portuaria y los fallos controversiales en la rama judicial en contra de los intereses norteamericanos.
Si esto es así, la verdad es que los "halcones" de Washington son bien malos. Dejan que los incautos hagan sus negocios en EE.UU., toman su tiempo y luego les quitan el visado. Bueno, veremos como concluye esta saga y la búsqueda de "otra visa para un sueño".