He escuchado a muchos preguntarse: ¿Qué le regalo este año a mamá? Una blusa, un celular, un blower, cosméticos, perfume, la invito a cenar o le doy B/.50.00 para que ella haga lo que le parezca, así me libro de visitar esos centros comerciales que están más llenos que un hormiguero cuando hay una cucaracha muerta.
Todos creen que esas fechas comerciales inventadas como excusas para recordarnos del ser más amado, debemos colocarle un círculo rojo, cuando en realidad cada día del año es para ellas.
Las madres son más que un elemento comercial. Ellas son nuestras protectoras, son las que se desvelan y nos dan cariño, a pesar que algunos le entregan odio.
Dar un regalito no es incorrecto. ¿A quién no le gustaría ver una sonrisa en el rostro de nuestras viejas antes de abrir el regalo? Es algo que sólo gozamos los que tenemos con vida a nuestras madrecitas.
Por qué no regalar hoy. ¿Qué tiene de malo esperar cualquier fecha para invitar a comer a mamá? Pregúntese primero todo esto: ¿He salido con mi mamá después de mi matrimonio? ¿He expresado mi amor a mamá diciéndole que la amo? ¿La llamo para comunicarle mis éxitos? ¿Comparto con ella las alegrías de mis hijos?
De seguro usted no ha hecho ninguna de estas cosas, sin embargo puedo apostarle que sí ha hecho lo siguiente: La has visitado para dejarle a tu 'chorreteada' de hijos para que te los cuides para ir al cine, pero a ella nunca la has llevado a ver una película. Te has encontrado con ella en el comercio y has visto sus vestiditos feos y has pensado que la próxima vez que salgas a comprar ropa, le comprarías a ella también, pero se te olvida.
Sabes algo, en este momento los que han leído hasta aquí, les corre una lágrima en su rostro porque no cumplieron. ¿Y sabes por qué? Sencillo, sus madres ya no están con ellos. Ellas murieron.
