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Dios se enamoró de su humildad. |
Dios se enamoró de su humildad. Su nombre es María, una joven que vivió hace más de 2000 años en Nazaret, a la que Dios le dio el reto más grande.
Sí, fue la respuesta clara que le dio esta virgen a Dios, y desde ese momento se convirtió en la madre de Jesús. Hoy, te presentamos a esta heroína.
Eva: ¿Sabía usted que Dios la quería como madre de su hijo?
María: Bueno, según la tradición se sabía que el Mesías vendría de una virgen, pero imaginaba, al igual que muchos otros, que el Altísimo escogería a una mujer rica. No pensé que se fuera a fijar en una mujer de este pueblo que no era considerado como algo bueno por los de mis tiempos. Mire, una vez yo estaba limpiando y leí la escritura del profeta Isaías donde decía que una mujer sería la elegida y exclamé: "Señor, que yo sea la esclava de la que será tu madre". Por esto cuando el ángel me dio la noticia dije: "He aquí la esclava del Señor".
E: ¿Cuál fue su dolor más grande?
María: Cuando me tocó ver cómo mataban a mi hijo. Mi corazón se partía de dolor, y con cada golpe mi cuerpo se estremecía. Mis ojos se secaron de llorar y así mismo se siguen secando cada vez que veo que ustedes, hijitos, desprecian lo que Jesús hizo por todos los humanos.
E.: ¿Defínete claramente?
María: Yo no soy como me quieren pintar, así con coronas y vestidos lujosos. Soy muy sencilla, ya que así es que a Dios le gusta la gente. Comprendo que mis hijos de la tierra quieran verme así y me pinten así como lo han hecho.
C.: ¿Cómo te sentiste luego que Jesús ascendió al cielo?
María: Me sentía triste, pero a la vez muy alegre, ya que Jesús me dio el regalo más grande que fue el de ser madre de toda la humanidad, pero yo no quiero quitarle presencia a mi hijo.
Antes de culminar quiero destacar que ésto no es una burla a María, sino un homenaje a la madre de la humanidad.
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