Daniela Samaniego, "la consentida macaraqueña o la macaraqueña consentida", nombre artístico con el que se le conoce, en poco tiempo se ha convertido en la sensación de las tarimas durante las cantaderas celebradas en diferentes eventos de mejorana en el distrito de Arraiján.
Oriunda de Macaracas, provincia de Los Santos, con su voz y grito de saloma y un estilo único, ha cautivado al público que con efusivos aplausos disfrutan el canto de esta talentosa joven, que deleita cuando participa en una controversia, gallino o cualquier otro torrente.
LO LLEVA EN LA SANGRE
"Cuando era niña escuchaba las cantaderas en Macaracas, para mí es un orgullo; soy santeña, la cantadera y el folclore lo llevo en la sangre y en lo más profundo de mi alma, nunca pensé que podría llegar tan lejos en el canto, subir a una tarima para recibir aplausos del público que disfruta de mi participación en los eventos", señala la artista.
COMPARTIENDO TARIMAS
La joven ha compartido la tarima con profesionales del canto y la saloma como Edy Cárdenas, Miguelito Rivera, Armando Aizprúa y Lili Samaniego.
"En estos momentos cantamos los versos de Adonai Marín, Arcadio Camaño, Titito García, también tenemos a Teresín Campos, quien me trajo una décima, el gato López, tengo varios poetas que están contribuyendo para que me desarrolle en el canto de la décima y el folclore".
En su amena conversación insistió con preocupación en que el gobierno debe apoyar estas cantaderas, pero no es así, esto muestra que el folclore está decayendo y a la juventud le interesa otro estilo de música, lo que es lamentable.
NEGOCIO
"Los eventos folclóricos se han convertido en un negocio, muchos empresarios se dedican a contratar artistas profesionales, cerrando las oportunidades a los nuevos cantantes" acotó.