¿Crímenes perfectos o casos sin resolver?, se trata de las muertes de dos mujeres, cuyos expedientes reposan en el Departamento de Medicatura Forense de La Chorrera, a cargo del doctor Alfredo Rodríguez Lay.
El primero de estos crímenes que conmocionó mucho a la comunidad chorrerana, ocurrió entre los años 1993 y 1994, según recuerda el forense Rodríguez Lay, quien señala que aunque se recabó bastante información, nunca se llegó a conocer quién era la persona encontrada en un área próxima a la Cantera de El Coco.
Versiones recabadas por fuentes policiales, señalaban que se trataba de una joven que supuestamente, la noche de su muerte estuvo bailando en un jardín de la localidad en compañía de su novio, quien se hizo acompañar de unos primos.
Incluso se habla de que pudo ser un crimen pasional, ya que la joven terminó la relación con su novio, quien le había pedido a su prima que la
invitara a ese baile y le comprara un vestido.
La joven fue encontrada posteriormente en estado de descomposición semi sepultada en los predios de la cantera, pudiéndose comprobar que la misma presentaba golpes contundentes en diferentes partes del cuerpo.
Se dieron varias detenciones en torno a este hecho, pero por la falta de algunas pruebas, los sospechosos quedaron en libertad después de varios meses de detención.
De acuerdo al doctor Alfredo Rodríguez, este crimen sin resolver, no es el único caso registrado en el sector Oeste, sobre todo de mujeres fallecidas que no han sido reconocidas.
Recuerda, el caso de otra mujer encontrada hace 15 ó 17 años al inicio de la autopista en Arraiján, cuyo cadáver tenía el rostro desfigurado, posiblemente por un objeto contundente.
Señala, que para esa fecha también se hizo una encuesta de rastreo de personas desaparecidas, pero no se pudo esclarecer de quién se trataba, siendo otra de las incógnitas que ha encontrado en sus años de ejercicio de la medicatura forense.
Según Rodríguez Lay, aunque en el primero de los casos se hicieron pruebas de ADN, no se pudo determinar la identidad, porque para ello se requiere una persona que tenga algún vínculo y se pueda cotejar.
Lo cierto es que estos casos no han sido cerrados, ya que según señala el doctor Lay, "siempre hay la esperanza de que aparezca una persona que arroje algún indicio que pueda dar con la identidad de la víctima".