Mañana entramos en la semana de la Serie Hípica del Caribe, una estelar carrera que reúne a los mejores corceles de la región, en la búsqueda de la supremacía.
Guardando las distancias, la prueba en sí representa nuestro Derby, el de los propietarios, criadores, preparadores, jinetes, mozos, en fin de todos los que se desviven por esta bella actividad en sus países.
Panamá estará representado en la carrera por 16 ejemplares, que tienen la responsabilidad de mantener el buen nombre de nuestra cría en tales esferas.
La baja más notable de la representación panameña es Maríisima, la hija del famoso Jed Forest, no competirá por decisión de sus propietarios, debido a que no tuvo suficiente tiempo para entrenar.
La yegua permaneció en cuarentena debido al virus de Piroplasmosis que se le detectó junto a otros cuatro caballos nacionales.
Recién fue hasta el martes que pudieron salir a la pista. Para defender la victoria lograda por Cafajeste el año pasado en el Clásico del Caribe, Panamá confía en el triplecoronado Spago y en el fondista Zandú.
Spago llamó la atención esta semana en Puerto Rico, cuando movió 600 metros de forma brillante.
En la Copa Velocidad nuestra carta principal Special Reserve podrá competir y al igual que el velocista Cachito. En esta carrera tenemos buena opción de triunfo.
En el Dama del Caribe, tenemos a Amada Mía, Tempestad y Hobby. Estas potrancas deben disputar la carrera.
Mientras que para La Copa Confraternidad tenemos a Di Stefano como nuestra primera carta. Este caballo pintaba el año pasado como campeón de su generación, pero una lesión lo apartó de las pitas.
Tabaco y Ron y El Ronero son las otras opciones de Panamá en la competencia para caballos mayores de edad.