La muerte anoche de dos adolescentes tras chocar la moto en la que iban con un coche de policía en una localidad al norte de París desencadenó en disturbios que se extendieron a localidades próximas, con saqueos e incendios de comercios y coches, y ataques a dos comisarías. Ocho policías y un bombero resultaron heridos, una comisaría de Villiers-le-Bel fue incendiada por jóvenes.