El empresario estadounidense Thomas Edwards McMurrain perdió su primer asalto judicial al ser rechazada una solicitud de fianza por parte de un juez de Atlanta, Georgia.
Al parecer, la negativa surgió ante fuertes evidencias que vinculan al negociante en delitos de defraudación en perjuicio de inversionistas norteamericanos en el año 1994.
El FBI-Buró de Investigaciones Federales- realizó una investigación prolija en torno a las actividades del empresario McMurrain.
McMurrain enfrenta acusaciones de fraude electrónico y lavado de dinero, se encuentra confinado en una cárcel de Atlanta, Georgia.
Era requerido por autoridades estadounidenses; se calcula en nueve millones de dólares el fraude a empresas norteamericanas.