Esta vez no detallaré el concierto, sólo contaré los sucesos más llamativos.
El teatro estaba de bote en bote.
La noche inició con una guapa chica, que se robó el espectáculo... el audio se le fue y todos rumoraban que estaba allí por ser familia de los dueños.
La participación del cantante panameño Aniel Mejía, fue espectacular.
Como era de esperarse, Franco De Vita, la botó. No sólo fue el romántico que todos conocemos, sino también cantó reggaeton y hasta pop rock.
Franco por más de dos horas volvió locas a las mujeres y hasta una niña le arrebató un beso.
¿Qué si complació? cómo no, cantó los temas desde sus inicios hasta su más reciente producción "Stop". Este concierto le hizo gala a su nombre "1,001 historias".