Lloró, mintió, inventó, invocó a Dios, bailó, dejó de comer en una huelga de hambre.
Todo esto y otras cosas, hizo el señor Bosco Vallarino para alcanzar el cargo de Alcalde del principal distrito del país.
...Y ahora que está allí, se ha convertido en el "hazmerreír" de muchos; en el payaso de la política comunitaria, en inventor de "boscadas", personaje de caricatura burlescas, en el dueño de lo que llaman "Fantasilandia".
En todo esto pensé el otro día, cuando tuve que caminar por calle, porque no había acera. Antes, pasé "páramos" como dicen en Cerro Campana, para conseguir estacionar mi auto.
Por supuesto que sentí asco al pasar por lugares donde existen los llamados "pataconcitos", que son acumulaciones de basura malsana y mal oliente.
Hay parques que están semi abandonados, así como canchas municipales de deportes, etc.
Como yo, muchos panameños de la capital estamos decepcionados con la nueva administración de la Alcaldía de Panamá.
Incluso buscan los periódicos y programas de noticias, para ¡"conocer el nuevo disparate"! del Alcalde.
Es lamentable que con tantos problemas por resolver, y situaciones para mejorar en la capital, la máxima autoridad se la pase gastando energías en convertir las navidades en una fiesta gringa. No me convence querer distraer a los niños trasplantando aspectos de "Disneylandia"...
Creo que si hicieran otras elecciones para la Alcaldía en estos momentos, el señor Bosco no ganaría...
A los que sólo deseamos lo mejor para este país, nos tiene que doler la conducta errática de quien se esperaba mucho más.
Algunas de sus acciones rayan en el infantilismo. Por ejemplo, que un comunicador social diga que "dejará de hablar", no me parece serio.
¿Soluciones? Dudo que pueda cambiar radicalmente su actitud.
Parece que por haber ganado se cree con "licencia para meter la pata".
Las soluciones deben orientarse al abandono de un cargo que le "quedó ancho", como dicen algunos en el río Mamón.
Una licencia para estudiar varios años en el exterior, sería una salida honrosa para todos los sectores involucrados.
Podrían recogerse firmas para un Referéndum, a fin de saber si la comunidad aprueba o no su gestión y desea que continúe allí.
Una separación voluntaria del cargo, no sé si es legal. (Podría alegar que "le duele la garganta", como hizo Royo hace años).
Lo cierto es que esta situación no se aguanta más... (¡Y ahora es "baboso"!)